Leucemia mieloide aguda
La leucemia mieloide aguda (LMA) es un tumor
de progenitores hematopoyéticos causado por mutaciones oncogénicas adquiridas
que impiden la diferenciación y provocan la acumulación de blastos mieloides inmaduros
en la médula. La
parada del desarrollo mieloide conduce
al fracaso medular y da paso a las complicaciones relacionadas con la anemia, trombocitopenia y
neutropenia. La LMA se presenta en todas las
edades, pero la incidencia aumenta a lo largode la vida, alcanzando su máximo a
partir de los 60 años de edad.
Cada año se presentan
13.000 casos nuevos en EE. UU.
Clasificación . En la nueva clasificación
propuesta por la OMS, la LMA se subdivide en cuatro categorías. En la primera se
incluyen las formas de LMA que se asocian a aberraciones genéticas concretas y
que tienen su importancia, porque se correlacionan con el pronóstico y orientan
el tratamiento. También se incluyen las categorías de la LMA que surgen después
de un trastorno mielodisplásico (SMD) o con características similares, y la LMA
relacionada con el tratamiento. Las LMA de esas dos categorías presentan
características genéticas diferentes y responden mal al tratamiento. En una
cuarta categoría «cajón de sastre» se incluyen las LMA que carecen de
cualquiera de esas características.
Morfologia. El
diagnostico de LMA se basa en la presencia de al menos un 20% de blastos
mieloides en la medula osea. Se reconocen varios
tipos de blastos mieloides y en algunos tumores
pueden detectarse más de un tipo de blastos, o blastos con
características híbridas. Los mieloblastos tienen una
cromatina nuclear delicada, entre dos y cuatro nucléolos y un
citoplasma más voluminoso que los linfoblastos.
El
citoplasma contiene gránulos azurófilos finos peroxidasa positivos. Los cuerpos de Auer, gránulos
azurófilos aciculares distintivos, están presentes en muchos casos y son
particularmente numerosos en la LMA con t(15;17) (leucemia promielocítica
aguda). Los monoblastos
tienen núcleos plegados o lobulados, carecen de cuerpos de Auer y su reacción
esterasa positiva es inespecífica. En algunas LMA, los blastos muestran
diferenciación megacariocítica, que se acompaña a menudo por fibrosis medular
causada por la liberación de citocinas fibrogénicas. Más raramente, los blastos
de la LMA muestran diferenciación eritroide.
El
número de células leucémicas en sangre es muy variable. Los blastos pueden ser
mayores de 100.000 por mm 3 , pero son menores
de 10.000 por mm 3 en el 50% de los
casos. En
ocasiones, los blastos estan totalmente ausentes de la
sangre
(leucemia aleucémica), motivo por el cual el estudio de la médula
ósea es esencial para excluir la leucemia aguda en pacientes pancitopénicos.
Inmunofenotipo
. Puede ser difícil distinguir
morfológicamente los mieloblastos y los linfoblastos, por lo que le diagnóstico
de LMA se confirma realizando tinciones específicas para los antígenos
mieloides correspondientes.
Citogenética
. El análisis citogenético tiene un papel
central en la clasificación de las LMA. Se
detectan aberraciones cariotípicas en el 50-70% de los casos con las técnicas estándar, y en el 90%
utilizando bandas
especiales de alta resolución. En concreto, algunas anomalías
cromosómicas se correlacionan con un
cuadro clínico determinado.
Las LMA que surgen de novo en adultos más jóvenes se asocian a translocaciones cromosómicas
equilibradas, en particular t(8;21), inv(16) y t(15;17). Por el contrario, las
que aparecen después de un SMD o de la exposición a agentes que dañan el ADN
(como la quimioterapia o la radioterapia) presentan deleciones o monosomías que
afectan a los cromosomas 5 y 7, y normalmente carecen de translocaciones
cromosómicas. La excepción a esta regla es la LMA que aparece después del
tratamiento inhibidores de la topoisomerasa II, que se asocia sobre todo a
translocaciones que implican el gen MLL en el cromosoma 11q23. La LMA de la tercera edad también se
asocia más a aberraciones «malas», como deleciones de los cromosomas 5q y 7q.
Patogenia
molecular . Muchas de las aberraciones genéticas recurrentes
que se ven en la LMA alteran genes que codifican los factores de transcripción
necesarios para la diferenciación mieloide normal. Por ejemplo, los dos reordenamientos cromosómicos más
frecuentes, t(8;21) e
inv(16), alteran los genes CBF1 alfa y CBF1 beta, respectivamente. Los dos genes codifican polipéptidos que se unen entre sí
para formar un factor
de transcripción CBF1 alfa /CBF1
beta necesario para la hematopoyesis
normal. Los cambios t(8;21) e inv(16)
crean genes quiméricos que
codifican proteínas de fusión que interfieren con la
función del CBF1 alfa /CBF1 beta
y bloquean la maduración de las células
mieloides. Sin embargo, es necesario
comentar que los ratones que carecen de estas mutaciones CBF1 alfa o CBF1 beta y los que no expresan las proteínas de
fusión CBF1 alfa o CBF1 beta sucumben al fracaso hematopoyético, no
a la leucemia. Por lo tanto, las lesiones genéticas que se limitan a bloquear
la maduración de los progenitores mieloides no son suficientes por sí mismas
para causar la LMA.
De acuerdo con esta idea, cada vez hay
más evidencias de que las tirosina cinasas mutadas colaboran con las
aberraciones del factor de transcripción para producir la LMA. Un ejemplo sería la LMA con t(15;17), la leucemia promielocítica aguda. La t(15;17) crea
otro gen de fusión
más que codifica una parte del receptor alfa del ácido retinoico (RAR alfa)
fusionado con una porción de una proteína denominada
PML (coincidiendo con las siglas del
tumor en inglés). En presencia
de cantidades fisiológicas de ácido retinoico, el receptor
RAR alfa interacciona con otros factores de transcripción para
activar genes que
son necesarios para la diferenciación granulocitaria.
No obstante, la proteína de fusión
PML-RAR alfa interacciona
con represores transcripcionales, lo que inhibe la maduración de los granulocitos.
Las LMA con la t(15;17) también tienen mutaciones activadoras frecuentes en
FLT3, un receptor tirosina cinasa que transmite señales que incrementan la
proliferación y la supervivencia celular. La combinación de PML-RAR alfa y FLT3 activado es un inductor potente
de la LMA en ratones, mientras que ninguno de los genes por sí solos es suficiente. Asimismo, se encuentran
mutaciones FLT3 idénticas en otras formas de LMA, en particular las asociadas a
mutaciones NPM (nucleofosmina),
y mutaciones activadoras en otro receptor tirosina cinasa, c-KIT, en alrededor
del 25% de las LMA asociadas a inv(16) o t(8;21). Por lo tanto, la activación
de una tirosina cinasa aberrante es una característica común (y, posiblemente, universal)
de la LMA.
La t(15;17) no sólo tiene un significado patogénico, sino
que también dirige el tratamiento, porque los tumores que presentan esta translocación
responden a dosis farmacológicas del ácido all trans retinoico (ATRA). El ATRA se une a la proteína de fusión PML-RAR
alfa y
antagoniza su efecto inhibidor en la transcripción de los genes diana. Es muy
interesante que la activación resultante de la transcripción supera el bloqueo
de la diferenciación, y en 1-2 días los promielocitos neoplásicos comienzan a
diferenciarse a neutrófilos, que fallecen con rapidez. La respuesta al ATRA
demuestra que el principal efecto de PML-RAR alfa
consiste en bloquear la diferenciación y es uno de los usos
más satisfactorios del tratamiento dirigido en un cáncer humano.
Características
clínicas . La mayoría de los pacientes acude en semanas
o pocos meses tras el inicio de los síntomas con molestias relacionadas con la
anemia, la neutropenia y la trombocitopenia, principalmente
cansancio, fiebre y hemorragias mucosas y cutáneas
espontáneas. La trombocitopenia da
lugar a una diátesis hemorrágica, que a menudo es prominente. Las petequias y
equimosis cutáneas, las hemorragias serosas en los recubrimientos de las
cavidades corporales y las hemorragias viscerales y mucosas en las encías y
aparato urinario. Los factores procoagulantes y fibrinolíticos liberados por
las células leucémicas, en especial en la LMA con t(15;17), exacerban la
tendencia hemorrágica.
Las infecciones son frecuentes, en particular en la cavidad oral,
piel, pulmones, riñones, vejiga de la orina y colon, y se deben a menudo a
gérmenes oportunistas, como hongos, Pseudomonas y comensales.
Pronóstico
. La LMA es una enfermedad difícil de
tratar. El 60% de los pacientes consigue la remisión completa con
quimioterapia, pero sólo el 15-30% queda libre de enfermedad durante 5 años.
Las LMA con t(8;21) o inv(16) tienen un pronóstico relativamente bueno con la
quimioterapia convencional, en particular en ausencia de mutaciones c-KIT. Por
el contrario, el pronóstico es pesimista para las LMA que aparecen después del
SMD o del tratamiento genotóxico o que se presentan en ancianos, posiblemente
porque en esos contextos la enfermedad surge sobre la base del daño o depleción
de la célula germinativa hematopoyética. Esas formas de «alto riesgo» de LMA
(así como la LMA recidivada de todos los tipos) se tratan con un trasplante de
médula ósea cuando sea posible.
BIBLIOGRAFIA: "Patologia estructural y funcional", Robbins y Cotran, 8va edicion.
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