TUMORES MALIGNOS
Carcinoma de células renales (adenocarcinoma
renal)
El carcinoma de células renales representa el 3%
de todos los cánceres viscerales de nuevo diagnóstico en EE. UU., y causa el
85% de los cánceres renales en los adultos. Se presentan 30.000 casos nuevos cada
año, con 12.000 muertes por la enfermedad.
Los tumores son más frecuentes en sujetos
mayores, normalmente en la sexta o séptima décadas de la vida, con una preponderancia 2:1 a
favor de los varones.
Dado su aspecto amarillo y la similitud de las
células claras con la corteza suprarrenal, en un tiempo se denominó hipernefroma.
Epidemiología
El tabaco es el factor de riesgo más significativo.
La incidencia del carcinoma de células renales
es doble en los fumadores, y los fumadores de pipas y puros también son más
susceptibles.
En un estudio internacional se han identificado
otros factores de riesgo, como la obesidad (en particular en mujeres), la
hipertensión, el tratamiento con estrógenos sin oposición hormonal y la exposición
a asbestos, derivados del petróleo y metales pesados.
Asimismo, la incidencia aumenta en la insuficiencia
renal crónica y en la enfermedad quística adquirida y en la esclerosis tuberosa.
La mayoría de los cánceres renales son
esporádicos, pero existen casos infrecuentes familiares de herencia autosómica
dominante, normalmente en sujetos más jóvenes. Aunque son responsables de sólo
el 4% de los cánceres renales, las variantes familiares son muy instructivas para estudiar la carcinogenia
renal.
Clasificación de los carcinomas de células renales: histología, citogenética
y genética
Los principales tipos del tumor son los siguientes:
1. Carcinoma
de células claras . Es el tipo más frecuente,
responsable del 70-80% de los cánceres de células renales. Los tumores
contienen células claras o de citoplasma granular y no son papilares. Pueden
ser familiares, pero en la mayoría de los casos (95%) son esporádicos. En el 98% de esos tumores, tanto
familiares como esporádicos o asociados al VHL (Síndrome
de Von Hippel-Lindau), se observa la pérdida de secuencias en el brazo corto del cromosoma 3 que se produce por deleción (3p–) o por una translocación cromosómica no equilibrada
(3;6, 3;8, 3;11) con la consiguiente pérdida en el cromosoma 3 de las regiones
3p12 a 3p26. Esta región alberga el gen VHL (3p25.3). Un
segundo alelo no delecionado del gen VHL muestra mutaciones somáticas o inactivación inducida por hipermetilación
en hasta el 80% de los cánceres de células claras, lo que indica que el gen VHL
actúa como gen supresor tumoral en los
cánceres tanto esporádicos como familiares. El gen VHL
codifica una proteína que forma parte del complejo ubicuitina ligasa dirigido a otras proteínas
para su degradación. Importante
entre las dianas de la proteína VHL es el factor 1 inducible por la hipoxia
(HIF-1). Cuando el gen
VHL
muta, las concentraciones de HIF-1 se
mantienen altas y esta proteína constitutivamente activa aumenta la
transcripción y producción de proteínas proangiogénicas inducibles por hipoxia,
como VEGF, PDGF, TGF- alfa y TGF- beta . Además, se estimula el factor 1 de
crecimiento similar a la insulina, otra diana del VHL. En consecuencia, se
estimulan tanto el crecimiento celular como la angiogenia. En la región 3p se
han mapeado al menos otros dos genes supresores tumorales.
2. El carcinoma papilar es responsable del 10-15% de los cánceres renales.
3. El carcinoma renal cromófobo representa el 5% de los cánceres de células renales y está
compuesto por células con membranas celulares prominentes y citoplasma eosinófilo
pálido, normalmente con un halo que rodea el núcleo.
4. El carcinoma del conducto colector (conducto
de Bellini) representa el 1% o menos de las
neoplasias renales epiteliales. Se origina en las células del conducto colector
en la médula
Morfología.
Los
carcinomas de células renales pueden surgir en cualquier zona del riñón, pero
son más frecuentes en los polos.
Los carcinomas de células claras surgen principalmente del epitelio tubular
proximal y normalmente se presentan como lesiones solitarias unilaterales. Son
masas esféricas de tamaño variable, compuestas por un tejido brillante amarillo
o blanco grisáceo que distorsiona el perfil del riñón. El color amarillo es consecuencia
de la gran cantidad de lípidos que se acumulan en las células tumorales.
Normalmente muestran áreas extensas de necrosis isquémica, opacas, blanco
grisáceas, con focos de coloración hemorrágica. Los márgenes
están normalmente bien definidos y limitados dentro de la cápsula renal.
En
el carcinoma de
células claras, el patrón de crecimiento varía desde sólido
a trabecular (a modo de cordón) o tubular(simulando túbulos). Las células
tumorales son redondeadas o poligonales y presentan un abundante citoplasma
claro o granular que contiene glucógeno y lípidos. Esos tumores tienen una
vasculatura ramificada delicada y pueden mostrar áreas quísticas y también
sólidas. La mayoría de los tumores son bien diferenciados, pero algunos
muestran atipia nuclear con presencia de núcleos pleomorfos y células gigantes.
Características
clínicas
Las tres características diagnósticas clásicas del carcinoma de células renales son el dolor
costovertebral, una masa
palpable y hematuria, pero se ven sólo en
el 10% de los casos. El signo más fiable de los tres es la hematuria, pero
suele ser intermitente y microscópica.
BIBLIOGRAFIA: "Patologia estructural y funcional",
Robbins y Cotran, 8va edicion.
No hay comentarios:
Publicar un comentario